El domicilio como espacio privilegiado de intervención, un espacio de seguridad de la familia, de donde surgen los conflictos y por tanto desde donde pueden trabajarse.
El domicilio como espacio privilegiado de intervención, un espacio de seguridad de la familia, de donde surgen los conflictos y por tanto desde donde pueden trabajarse.
Esta línea de intervención es la más destacada en este programa. Atiende a las familias con situación de riesgo dentro de su propio domicilio, entiendo este como un espacio de seguridad, y como el lugar de donde surgen muchos de los conflictos que dificultan la integración de los y las menores en el entorno.
Además, interviene implicando a todos los miembros de la familia, considerándolos participantes activos de los procesos sociales y educativos de la infancia y la adolescencia.
El programa atiende tres líneas principales de actuación: educativa; incluimos aquí todo lo relacionado con el ámbito escolar, lo que se refiere al aprendizaje más formal de los y las menores, así como a la relación e implicación de padres y madres en este ámbito. En la línea de hábitos, rutinas y habilidades; se hace referencia a todo aquello que tiene que ver con el desarrollo de capacidades y habilidades, incluyendo a todos los miembros de la familia. Y en último lugar, la referente a relaciones socio – familiares, concreta todo aquello que tenga que ver con las relaciones personales con el entorno, se refiere a la red social que compone la familia y como se establecen los vínculos y relaciones.
Así, los objetivos que marca este programa son:
Puedes obtener más información de la concreción en cada distrito en las Memorias Anuales.
El proceso para la intervención domiciliaria que se lleva a cabo está marcado por una serie de pasos importantes para que la atención sea llevada a cabo con éxito. Estos pasos son:
Las tres líneas de actuación que se desarrollan son: educativa; hábitos habilidades y rutinas; y relaciones socio-familiares.